KMFDM en el Irving Plaza de NYC

Por: Alvaro Oña

@iamalvaroona

KMFDM no usa trajes llamativos, no intenta robarle el espectáculo a su propia música y cumple con la promesa tácita de ofrecer metal industrial ininterrumpido y de alta calidad.

Naturalmente, la banda está liderada por Sascha, que es uno de los músicos de escenario más cómodos, tranquilos y serenos que he visto en mi vida. Tiene el semblante visible de un hombre que confía en su capacidad, disfruta de su música y tiene absoluta confianza en su banda. A su lado está Lucía en los teclados y voz

El ritmo nunca se detiene, ya sea un clásico como “Paradise” o un favorito de los fanáticos como “All 4 1”. Con una lista de canciones que incluía “Godlike”, “Megalomaniac”, “No God Here” y un doble bis con “Push”, las canciones eran duras e implacables. Después de un cuarto de siglo de combinación de impulso profesional, identidad musical y una infusión de nuevos talentos, KMFDM no ha perdido el puro poder de su actuación en el escenario. La fuerte percusión combinada con las guitarras duales crean un sonido que es difícil de igualar a otros grupos, en general, la banda mantiene una vitalidad que pocos de su reputación pueden afirmar tener, y ciertamente no muestran signos de desaceleración en el corto plazo.